Te amo de una manera inexplicable,
de una forma inconfesable,
de un modo contradictorio.
Te amo con mis estados de ánimo,
que son muchos,
y cambian de humor contínuamente, por lo que ya sabes.
Te amo con el mundo que no entiendo,
con la gente que no comprende.
Con la ambivalencia de mi alma,
con la incoherencia de mis actos.
Con la fatalidad del destino,
con la conspiración del deseo.
Con la ambigüedad de los hechos.
Aún cuando te digo que no te amo,
te amo.
Hasta cuando te engaño, no te engaño.
En el fondo, llevo a cabo un plan para amarte mejor.
Te amo..
Sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente, espontáneamente,
involuntariamente, por instinto,
por impulso, irracionalmente.
En efecto, no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados para fundamentar
este amor que siento por tí,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que, milagrosamente, ha mejorado lo peor de mí.
Te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.
Te amo incomprensiblemente,
sin preguntarme por qué te amo,
sin importarme por qué te amo.
Te amo sencillamente, porque te amo.
Yo misma, no sé por qué te amo..