Aprender requiere esfuerzo, pero no es aburrido. Es cierto que algunos profesores hacen la clase aburrida, pero a la hora de irte a dormir, y mientras estás tumbada, piensas que has aprendido mucho y te sientes satisfecha de ello.  " Nunca te acostarás sin saber una cosa más  ".

Está claro, después de aprender, hay que estudiar, perfeccionar lo que has aprendido y demostrarlo. Ahora toca eso. Último esfuerzo, últimos días, último suspiro.

En cuanto al día a día, sin que nos demos cuenta, también aprendemos algo, aunque sea un insignificante detalle, pero luego lo agradecemos. Aunque hay veces que no aprendes hasta que te caes, te llevas un gran palo y sufres. Pero siempre, después de caerse, levantamos, SIEMPRE. Sea con ayuda o sin. Eso ya nos sirve como experiencia en la vida, y puede ser que tropieces dos veces con la misma piedra (porque errar es de humanos), pero solamente tienes que ser fuerte, darte cuenta de tus errores e intentarlos corregir de alguna manera u otra. En ese momento ya habrás aprendido a reconocer tus fallos y a reflexionar la próxima vez que te ocurra algo similar.